Ciudades: antes y después
15 junio 2021
"Hemos querido ser muy visuales y comprobar cómo se traslada la normativa a la realidad. Queríamos que sirviera para cualquier entorno”, señala Ana Blanco, subdirectora adjunta de Circulación de la Dirección General de Tráfico (DGT), al explicar el principal objetivo del manual que han elaborado, junto con la Federación de Municipios y Provincias (FEMP), para facilitar la transición hacia los nuevos límites de velocidad en las vías urbanas. El documento ha sido enviado a los ayuntamientos y está disponible en las webs de la DGT y de la FEMP.
32 ejemplos
La guía “da respuesta a las preguntas más frecuentes sobre la aplicación de la nueva norma”, agrega Blanco. Para ello, se recogen treinta y dos ejemplos concretos que muestran diferentes entornos y cómo debe ser la convivencia entre diferentes medios de transportes.
El manual enseña, con fotografías, cuál era la velocidad en una vía antes de la reforma y cuál después, y se explica por qué se ha producido ese cambio.
Según Ana Blanco, la modificación del Reglamento de Circulación permite retirar señales de tráfico de las vías urbanas. Además, añade que estos nuevos límites de velocidad ayudan a los conductores a adaptar su velocidad en función del tipo de vía por la que circulan.
Por ejemplo, una vía de plataforma única (sin diferencia de altura entre calzada y acera) invita a no superar los 20 km/h, por lo que no tenía sentido el límite anterior de 50 km/h. Ocurre lo mismo con las vías urbanas de un solo carril por sentido, cuyo límite máximo es ahora de 30 km/h. Las vías con dos o más carriles por sentido siguen teniendo como límite máximo los 50 km/h.
Más humanas
Ayuntamientos de toda España habían pedido este cambio normativo para calmar el tráfico y “crear ciudades más amables, más humanas”, dijo Pere Navarro, director de la DGT, durante la presentación del manual. Añadió que, en las calles de las ciudades, cada vez hay más actores y más interacción entre ellos, por lo que no puede garantizarse su seguridad con velocidades superiores a 30 km/h.
De hecho, en 2019, el 82% de los fallecidos en ciudades fueron usuarios vulnerables, es decir, peatones, ciclistas y motoristas.