La Dirección General de Tráfico (DGT) y la Guardia Civil han puesto en marcha una medida para combatir a todas aquellas aplicaciones móviles que tanto se han extendido en los últimos años y que cuentan con opciones para que los conductores puedan avisar a otros de la localización de los radares en las carreteras o de la ubicación de los controles de alcoholemia o drogas.
Aplicaciones como 'Waze', 'Social Drive', 'iCoyote' o 'Radardroid' se van a encontrar con otra dificultad añadida a partir de ahora. Aunque avisar a otros no está tipificado como infracción, la DGT y la Guardia Civil han decidido preparar controles más dinámicos para combatir estos avisos. El objetivo es conseguir que resulte bastante probable que el control o el radar cambie de localización instantes después del aviso. Ademas, han establecido que patrullas en coche se encargarán de dar el alto a vehículos de forma aleatoria para impedir que se puedan dar avisos.
Tal y como regoge 'Ideal', estos avisos son reconocidos como herramientas que cumplen las mismas funciones que los inhibidores, los detectores o los avisadores. Los inhibidores están prohibidos desde 2014 y penados con multas de hasta 6.000 euros y la pérdida de hasta 6 puntos del carnet, mientras que los detectores pueden conllevar multas de 200 euros y la retirada de 3 puntos. Los últimos sí están permitidos -de momento-, en forma de estas novedosas aplicaciones móviles, pero ahora tendrán que ingeniárselas para combatir esta nueva medida adoptada por la DGT y la Guardia Civil.
Fuente: Las Provincias
Aplicaciones como 'Waze', 'Social Drive', 'iCoyote' o 'Radardroid' se van a encontrar con otra dificultad añadida a partir de ahora. Aunque avisar a otros no está tipificado como infracción, la DGT y la Guardia Civil han decidido preparar controles más dinámicos para combatir estos avisos. El objetivo es conseguir que resulte bastante probable que el control o el radar cambie de localización instantes después del aviso. Ademas, han establecido que patrullas en coche se encargarán de dar el alto a vehículos de forma aleatoria para impedir que se puedan dar avisos.
Tal y como regoge 'Ideal', estos avisos son reconocidos como herramientas que cumplen las mismas funciones que los inhibidores, los detectores o los avisadores. Los inhibidores están prohibidos desde 2014 y penados con multas de hasta 6.000 euros y la pérdida de hasta 6 puntos del carnet, mientras que los detectores pueden conllevar multas de 200 euros y la retirada de 3 puntos. Los últimos sí están permitidos -de momento-, en forma de estas novedosas aplicaciones móviles, pero ahora tendrán que ingeniárselas para combatir esta nueva medida adoptada por la DGT y la Guardia Civil.
Fuente: Las Provincias