Siguiendo el ejemplo del <touriño hace unos años.
REDACCIÓN Un coche oficial del Concello, en concreto el que está asignado al teniente de alcalde, Santiago Domínguez, y en el que éste viajaba en compañía del portavoz socialista Carlos López Font, fue "cazado" por un radar de la Dirección General de Tráfico cuando circulaba a unos 170 kilómetros por hora.
El hecho se produjo el pasado 21 de enero, cuando ambos concejales se dirigían a Madrid, en coche oficial, para asistir a los actos de Fitur, en los que Vigo tenía un stand. El vehículo, un Citroën C-5, era conducido por el agente de la Policía Local que habitualmente se desplaza con Santiago Domínguez y que a su vez hace las funciones de escolta del teniente de alcalde.
El radar saltó sobre las cinco de la tarde en un tramo recto de la autovía Vigo-Madrid, concretamente dentro de la provincia de Ávila. No obstante, el desencadenante de la situación venía de antes.
El conductor del coche oficial justificó el exceso de velocidad por "una situación de seguridad para los ocupantes". Según el relato de los hechos, el chófer habría observado cómo un vehículo marca Audi y de color negro circulaba durante kilómetros detrás del coche oficial. Al comprobar por el retrovisor que los ocupantes de ese automóvil eran dos individuos "con barba", el agente, que conducía a los 120 kilómetros por hora autorizados en ese tramo de autovía, rebajó la velocidad hasta mantenerse entre 80 y 90 kilómetros por hora, al objeto de que el turismo de detrás le adelantase. Después de varios kilómetros, y como el Audi siguiese a la misma marcha y detrás, el chófer decidió aumentar la velocidad para poner espacio de por medio. De ahí que llegase a alcanzar los 170 kilómetros por hora. El "perseguidor" se mantuvo detrás del coche oficial, por lo que la alerta del agente fue en aumento. Después de haber recorrido a alta velocidad más de un kilómetro –momento en el que saltó el radar–, el policía decidió tomar la primera salida hacia un área de servicio para comprobar si continuaba la persecución. Al tomar el desvío, el Audi siguió su camino, por lo que la situación volvió a calmarse. y continuó el viaje sin más incidentes hacia Madrid, siempre según el relato que realizó el chófer.
La multa correspondiente al exceso de velocidad llegó la semana pasada y fue entonces cuando los ediles que viajaban en el coche tuvieron conocimiento de la infracción había sido detectada.
Según manifestaron tanto Santiago Domínguez como Carlos López Font, ninguno de los dos se dio cuenta del exceso de velocidad, porque ambos iban en el asiento posterior del vehículo y "hablando por el teléfono móvil" . Domínguez corroboró en todo momento la versión que dio el agente que conducía el vehículo.
En el relato de los hechos que hace el agente que conducía se justifica la "situación de seguridad" para las autoridades que ocupaban el vehículo, al mismo tiempo que hace constar que la decisión se adoptó teniendo en cuenta todas las precauciones, tanto de la vía –un tramo recto– como las características del vehículo, y se hace expresa mención a que durante el resto del recorrido se mantuvo la velocidad fijada por la autovía, de 120 kilómetros por hora, exigencia del propio teniente de alcalde.
fuente:
farodevigo.es
P.D.- Lo mejor de todo, la excusa.
REDACCIÓN Un coche oficial del Concello, en concreto el que está asignado al teniente de alcalde, Santiago Domínguez, y en el que éste viajaba en compañía del portavoz socialista Carlos López Font, fue "cazado" por un radar de la Dirección General de Tráfico cuando circulaba a unos 170 kilómetros por hora.
El hecho se produjo el pasado 21 de enero, cuando ambos concejales se dirigían a Madrid, en coche oficial, para asistir a los actos de Fitur, en los que Vigo tenía un stand. El vehículo, un Citroën C-5, era conducido por el agente de la Policía Local que habitualmente se desplaza con Santiago Domínguez y que a su vez hace las funciones de escolta del teniente de alcalde.
El radar saltó sobre las cinco de la tarde en un tramo recto de la autovía Vigo-Madrid, concretamente dentro de la provincia de Ávila. No obstante, el desencadenante de la situación venía de antes.
El conductor del coche oficial justificó el exceso de velocidad por "una situación de seguridad para los ocupantes". Según el relato de los hechos, el chófer habría observado cómo un vehículo marca Audi y de color negro circulaba durante kilómetros detrás del coche oficial. Al comprobar por el retrovisor que los ocupantes de ese automóvil eran dos individuos "con barba", el agente, que conducía a los 120 kilómetros por hora autorizados en ese tramo de autovía, rebajó la velocidad hasta mantenerse entre 80 y 90 kilómetros por hora, al objeto de que el turismo de detrás le adelantase. Después de varios kilómetros, y como el Audi siguiese a la misma marcha y detrás, el chófer decidió aumentar la velocidad para poner espacio de por medio. De ahí que llegase a alcanzar los 170 kilómetros por hora. El "perseguidor" se mantuvo detrás del coche oficial, por lo que la alerta del agente fue en aumento. Después de haber recorrido a alta velocidad más de un kilómetro –momento en el que saltó el radar–, el policía decidió tomar la primera salida hacia un área de servicio para comprobar si continuaba la persecución. Al tomar el desvío, el Audi siguió su camino, por lo que la situación volvió a calmarse. y continuó el viaje sin más incidentes hacia Madrid, siempre según el relato que realizó el chófer.
La multa correspondiente al exceso de velocidad llegó la semana pasada y fue entonces cuando los ediles que viajaban en el coche tuvieron conocimiento de la infracción había sido detectada.
Según manifestaron tanto Santiago Domínguez como Carlos López Font, ninguno de los dos se dio cuenta del exceso de velocidad, porque ambos iban en el asiento posterior del vehículo y "hablando por el teléfono móvil" . Domínguez corroboró en todo momento la versión que dio el agente que conducía el vehículo.
En el relato de los hechos que hace el agente que conducía se justifica la "situación de seguridad" para las autoridades que ocupaban el vehículo, al mismo tiempo que hace constar que la decisión se adoptó teniendo en cuenta todas las precauciones, tanto de la vía –un tramo recto– como las características del vehículo, y se hace expresa mención a que durante el resto del recorrido se mantuvo la velocidad fijada por la autovía, de 120 kilómetros por hora, exigencia del propio teniente de alcalde.
fuente:
farodevigo.es
P.D.- Lo mejor de todo, la excusa.
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