Os voy a explicar algunas cosas que he estado leyendo acerca de la velocidad, y al final os propondré una REFLEXIÓN. La mayor parte de lo que comento aquí procede de estudios del ERSO (European Road Safety Observatory), que es una entidad financiada por la UE, en la que trabajan más de 20 instituciones relacionadas con el tráfico y la seguridad vial. (http://www.erso.eu/safetynet/content/partners.htm).
1) A nivel de personalidad, existe una clara relación entre el gusto por correr y la atracción hacia otras actividades que supongan un riesgo o un reto. Se ha comprobado que cuando pisamos el acelerador al volante, aumenta el flujo de dopaminas que libera el cerebro; esta substancia se encarga entre otras cosas de producir placer. Ese placer es similar al que se experimenta al tirarse por una montaña rusa o al hacer una escalada.
2) Así, los motivos para conducir deprisa son en parte racionales (tener prisa por llegar), pero sobre todo emocionales (el gusto por la velocidad, la sensación de aburrimiento si no se corre, etc.).
3) Muchos conductores confían más en su percepción del riesgo que en los límites impuestos por las autoridades. El problema es que con frecuencia se sobrevaloran las propias habilidades al volante. Esto sucede, por ejemplo, con la adaptación de la velocidad a las condiciones atmosféricas. Es habitual reducir la velocidad cuando llueve. Sin embargo, se constata que el riesgo de accidentes se incrementa cuando llueve. Por tanto, se puede concluir que la percepción de muchos conductores sobre cuánto hay que disminuir la velocidad es errónea.
5) Según un estudio español del Instituto de Salud Pública, las causas de las conductas de riesgo al volante son especialmente cinco: inconsciencia o inmadurez, chulería, gusto por la velocidad, querer "pasarlo bien" y el exceso de confianza. El 32% de los hombres y el 12,8% de las mujeres dijo haber tenido al menos un comportamiento de riesgo (49,7% por inconsciencia; el 18,9% por chulería; el 14,3% por gusto a la velocidad; el 5,3% por pasarlo bien, y el 4,3% por exceso de confianza).
¿Te gusta correr? ¿Te sientes bien sobrepasando los límites de velocidad? ¿Piensas que la DGT está formada por un puñado de impresentables que sólo quieren recaudar? Pregúntate a qué perfil de conductor respondes:
a) Inconsciente o inmaduro: “No veo el peligro. ¿Dónde está el peligro?”.
b) Chulo: “Me gusta impresionar a los demás” (reconócelo…).
c) Amante de la velocidad: “Esas dopaminas me sientan genial, me sube el ego, aumenta mi autoestima…”.
d) Demasiado seguro de mí mismo: “Bueno, una vez que iba ligerito me la pegué, pero es que me tropecé con un manta”; “es que la curva no estaba bien señalizada y el peralte estaba invertido…”.
Se puede dar positivo en más de un apartado... Venga, venga, decid cómo lo veis y no escurráis el bulto. Y si no queréis confesar, al menos pensadlo...
Si queréis ampliar estos comentarios, podéis consultar: http://www.erso.eu/knowledge/content...d/speeding.htm
1) A nivel de personalidad, existe una clara relación entre el gusto por correr y la atracción hacia otras actividades que supongan un riesgo o un reto. Se ha comprobado que cuando pisamos el acelerador al volante, aumenta el flujo de dopaminas que libera el cerebro; esta substancia se encarga entre otras cosas de producir placer. Ese placer es similar al que se experimenta al tirarse por una montaña rusa o al hacer una escalada.
2) Así, los motivos para conducir deprisa son en parte racionales (tener prisa por llegar), pero sobre todo emocionales (el gusto por la velocidad, la sensación de aburrimiento si no se corre, etc.).
3) Muchos conductores confían más en su percepción del riesgo que en los límites impuestos por las autoridades. El problema es que con frecuencia se sobrevaloran las propias habilidades al volante. Esto sucede, por ejemplo, con la adaptación de la velocidad a las condiciones atmosféricas. Es habitual reducir la velocidad cuando llueve. Sin embargo, se constata que el riesgo de accidentes se incrementa cuando llueve. Por tanto, se puede concluir que la percepción de muchos conductores sobre cuánto hay que disminuir la velocidad es errónea.
5) Según un estudio español del Instituto de Salud Pública, las causas de las conductas de riesgo al volante son especialmente cinco: inconsciencia o inmadurez, chulería, gusto por la velocidad, querer "pasarlo bien" y el exceso de confianza. El 32% de los hombres y el 12,8% de las mujeres dijo haber tenido al menos un comportamiento de riesgo (49,7% por inconsciencia; el 18,9% por chulería; el 14,3% por gusto a la velocidad; el 5,3% por pasarlo bien, y el 4,3% por exceso de confianza).
¿Te gusta correr? ¿Te sientes bien sobrepasando los límites de velocidad? ¿Piensas que la DGT está formada por un puñado de impresentables que sólo quieren recaudar? Pregúntate a qué perfil de conductor respondes:
a) Inconsciente o inmaduro: “No veo el peligro. ¿Dónde está el peligro?”.
b) Chulo: “Me gusta impresionar a los demás” (reconócelo…).
c) Amante de la velocidad: “Esas dopaminas me sientan genial, me sube el ego, aumenta mi autoestima…”.
d) Demasiado seguro de mí mismo: “Bueno, una vez que iba ligerito me la pegué, pero es que me tropecé con un manta”; “es que la curva no estaba bien señalizada y el peralte estaba invertido…”.
Se puede dar positivo en más de un apartado... Venga, venga, decid cómo lo veis y no escurráis el bulto. Y si no queréis confesar, al menos pensadlo...
Si queréis ampliar estos comentarios, podéis consultar: http://www.erso.eu/knowledge/content...d/speeding.htm
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